16/2/09

El largo invierno de la prensa escrita


Los diarios en Estados Unidos buscan soluciones

Carlos Fresneda

"Más gente leerá hoy un periódico que los que verán la Superbowl"... El anuncio, con grandes titulares impresos sobre una pelota de fútbol americano, marcó la desesperada ofensiva de la prensa escrita para recuperar todo el terreno perdido en EE.UU.

Los periódicos se impusieron por la mínima en el marcador: 100 millones de lectores dominicales frente a 98,7 millones de telespectadores. Pero la industria no ha revelado otro dato que seguramente desequilibró la partida: la de usuarios que obtuvieron ese día las noticias "gratis" por gentileza de internet.

Horas después de la Superbowl, por cierto, se celebró el Día Nacional de Comprar el Periódico, la iniciativa orquestada por el reportero Chris Freiberg, incitando a los norteamericanos a que acudan en masa a los quioscos para evitar la debacle informativa: "Si las cosas siguen así de mal, los expertos vaticinan que muchas ciudades se quedarán sin periódicos propios en el 2010".

En la web, entre tanto, Paul Gillin entona el RIP por los diarios muertos en los últimos meses –Baltimore Examiner, Kentucky Post, Cincinnati Post, Alburquerque Tribune, San Juan Star- y vaticina el parto doloroso "de un nuevo tipo de periodismo" más abierto y participativo.

De momento, el largo invierno sigue pasando factura a la prensa escrita. El grupo Chicago Tribune Media, que en diciembre pasado se declaró en bancarrota, ha anunciado esta semana sus planes para recortar cientos de empleos, congelar salarios y aumentar los precios de la suscripciones.

El deshielo ha llegado también a la prensa semanal: el recambio de Drew Schutte –de editora del New Yorker a vicepresidenta de Conde Nast Digital- se interpreta como una nueva derrota del papel frente a internet.

El último SOS por la prensa escrita –"Cómo salvar tu periódico"- lo lanza estos días el semanario Time, al hilo del reciente estudio del Pew Research Center que revela que el 40% de los ciudadanos obtiene regularmente las noticias en internet frente al 35% que sigue fiel al periódico (entre los jóvenes, la diferencia abrumadora es ya del 59% frente al 28%).

LA GRATUIDAD DE INTERNET

El "problema", según Time, no es tanto la crisis del periódico como soporte sino el libre acceso a internet.

"Las compañías están regalando las noticias", escribe Walter Isaacson, y el iceberg no ha hecho más que salir a flote con la caída de la publicidad en la web en el último trimestre del 2008. Henry Luce, cofundador del semanario, asegura incluso la estrategia que han seguido los periódicos en los últimos años –volcando gratuitamente sus contenidos en internet y apoyándose exclusivamente en los anunciantes- es "moralmente aberrante y económicamente autodestructiva".

¿La solución? Time apunta nada menos que hacia Rupert Murdoch, y a su decisión de mantener la suscripción de pago para el acceso a su web (que ha crecido un 7% en el último año y a pesar de la crisis). The New York Times, necesitado a toda costa de ingresos, parece mirar en la misma dirección.

"Es justo pagar por información verdaderamente buena, de veracidad comprobada, organizada y explicada", ha declarado esta semana el director ejecutivo Bill Keller, en el momento de revelar que el diario está pensando en reimplantar el servicio de suscripción on line que canceló en el 2007 y le generó 10 millones de dólares de ingresos.

El futuro puede estar en sistemas de micropago (como PayPal o Spare Change) que permita pagar "peajes" de menos de un dólar en la red. El "micropago", según Time, no solo redundaría en beneficio de los grandes medios, sino que alimentaría también a ese nutrido ejército de blogueros y "ciudadanos periodistas" que hasta ahora escriben por amor a las noticias.

(Fuente: elmundo.es)